En los últimos años me he involucrado en muchas charlas y talleres de emprendedores en los cuales uno de los paradigmas más interesantes es el que se ha logrado reconocer al fracaso como parte fundamental para llegar al éxito empresarial, haber pasado por una experiencia de fracaso nos acerca más a encontrar nuevas formas y descartar proyectos.

Un gran avance el reconocer esas experiencias en el mundo empresarial pero ¿y en nuestro camino de búsqueda interior? ¿Por qué le tenemos tanto miedo a perdernos? Sabemos que el paso necesario para llegar a la sabiduría es pasar por el puente de la ignorancia. Claro que el pasar por la ignorancia puede resultar desde un catarro hasta el resultar seriamente lastimado (sectas), pero no deja de ser parte de ese diseño que planteamos para encontrar respuestas por nosotros mismos.

¿Perderse?  En realidad nunca nos perdemos, sólo gravitamos y como la misma Tierra atravesamos periodos en los cuales el sol (la luz, la comprensión) están más lejos de nosotros, y periodos (ciclos) en los cuales estamos más cerca y recibimos más luz. Lo importante es aprovechar esos momentos de falta de luz exterior para hacer trabajo interior y prender la luz interior. Y en momentos de mucha luz, llevar eso a nuestra oscuridad y sanarlo.

Así que no tengas miedo a desviarte de tu camino, muchas veces las vueltas que das, son las que más impulso te dan para llegar. Perderse para darse cuenta, perderse para encontrarse.

@BSFernandoBarba